«La historia comenzará hará un año, no conocía a mi desconocida de nada, 2 o 3 veces lo vi, le miré.. y no le volví a ver más.
Yo acostumbraba a mirar en su red social, exploraba sus gustos, leía sus ojos en cada fotos para imaginarme cómo podría ser él en la realidad.. nunca le llegué a agregar, demasiado atrevimiento, nunca se interesaría por alguien tan vulgar como yo.
Un día de verano, me sentí solo, me dejaron plantado…yo ya estaba listo del todo.. asi que me derrumbé completamente, la soledad no me cabía en el pecho. Me desahogaba en internet, como de costumbre, para aliviarme con alguna sonata relajante… cuando le vi , ¿Cómo es posible que llegara hasta mí? ¿Es cierto que si piensas en algo muy intensamente las fuerzas del universo lo atraen hacia ti? no lo sé, simplemente se me abrió un inmenso portal lleno de ilusiones que estaba ansiaba traspasar.
Con las últimas conversaciones que hemos tenido pues poco a poco ha ido aumentando la confianza, me invitó a ir a su casa a hacerle una visita, me dijo que le gustaría que le regalase una triste poesia.. el fin de semana pasado me confesó que le da por la bebida porque no puede dejar de pensar en alguien que conoció en el extranjero y que acostumbra a cononocer a desconocidos para olvidar (¿aludido?) pero el problema, es que me desvivo en confusiones, hoy precisamente me dijo que si sigue en pie lo de la visita a a su casa y «el regalo»… no sé realmente qué quiere.. yo me imagino cosas más allá y quizás él solo sea un «desconocido» más…
Y aquí comienza lo que siento:
Ante dos puntos conectados por infinitos cables, surge una “conversación” irreal, como si jugaras al ajedrez online y el mismo ordenador te respondiese, a eso lo llamo irreal.
La conversación vuelve a fluir de nuevo, ¿Por qué no me deja en paz? Causante de mis tempestades, lo peor que el ansia y la sed de mi ser desea.
Desea tan intensamente que es capaz de sufrir, de hacer cualquier cosa, por nutrirse de un instante de su lucidez, de su delicado pensamiento, saber de su locura, saber de sus angustias, saber de ella…
Pero, ¿por qué saber de aquél que irradia mi pensamiento de ilusiones?, me irradia de falsas apariencias que cada vez que hablamos, mi estúpido pensamiento crea, ¿por qué eres así conmigo? Deja de quemarme, deja de reducirme a cenizas…lo más doloroso aún es saber que yo soy el único culpable de esta tormenta que he creado, que he ido construyendo poco a poco sin asegurar antes de que sus efectos eran arrasadores.
La tormenta se descarga de nuevo con sus confundidos rayos llenos de cólera que atentan cruelmente ante el frágil cristal de mi yo iluso y mi yo real. Dejan grietas andantes , que con el tiempo se reparan.. pero las pobrecitas son tan desconsideradas que no limpian las huellas que dejan y entonces allí se quedan suspendidas en un tiempo-inexistente, esperando la señal de aviso que las reproducirá de nuevo. Quiero evitarte, ser hélido y distante, pero es imposible, será que jugué demasiado con la gravedad que desde el principio supe que me atraería hacia ti, ¿por qué no desapareces? No, no quiero que desaparezcas, quiero seguir envenenándome de ti, este glorioso y orgásmico veneno que me deja las noches en vilo pensando en algo inexistente… mirando aquellas letras inexpresivas en la penumbra, que nunca llegarán a su verdadero dueño…
De ilusiones vive el hombre.»
Ilusión que penetra en las manos llenas/ ilusiónes vividas, muertas/ inexpresivas y distantes/
ilusión por tí y ilusión por lo alejado/por lo cual nunca será mío/ por lo que sueño/ ansio, tal vez.
Ilusión de lo que no será mío/nunca lo fue. Esperanza henchidas de palabras fungidas/ fingidas
ilusiones que hacen caminar al hombre por el camino hacia lo que le exaspera… sigue caminando.. al menos intentalo que «hoy es siempre todavia».